Qué son los disruptores endocrinos y en qué consisten sus alteraciones
¿Sabías que se han detectado más de mil químicos sospechosos de influir en tu sistema endocrino? Los disruptores endocrinos pueden actuar como contaminantes y causar alteraciones que probablemente no hayas relacionado con ellos todavía: la infertilidad, el acné, problemas de menstruación, cambios del sueño, trastornos metabólicos, déficit de atención, alteraciones hormonales… y un largo etcétera.
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas que, al ser absorbidas por el cuerpo, son capaces de adherirse a las hormonas o sustituirlas en sus misiones, alterando así el resultado de las funciones vitales. Son también conocidos como ECDs en inglés o “contaminantes hormonales”, pueden afectar a tu rutina sin que te estés dando cuenta y es muy probable que se encuentren en tu lista de la compra.
¿No lo sabías? ¡Te lo explicamos todo!
3 disruptores endocrinos a evitar
Podemos encontrar estas sustancias en alimentos, en cosméticos y por supuesto… en los perfumes . Para tu tranquilidad, cabe destacar que los disruptores que han sido científicamente clasificados como potencialmente peligrosos o nocivos para la salud humana ya han sido prohibidos en la UE, aunque se siguen utilizando en otros países de fuera.
Estos son los tres disruptores hormonales más polémicos:
• Bisfenol A (BPA). Es uno de los disruptores más controvertidos, ya que se le ha relacionado en diversas ocasiones con problemas hormonales. Está prohibido su uso en cosméticos y en plásticos que puedan degradar su composición al someterse a altas temperaturas.
Actualmente, este componente está permitido en la UE en materiales que pueden entrar en contacto con productos alimentarios siempre y cuando no traspase al alimento más de 0.05mg/kg; sin embargo, está totalmente prohibido en recipientes o utensilios destinados a niños menores de 3 años.
Hay países como España que han prohibido su uso en todos los envases. En el caso de Francia, su uso no está permitido en ningún objeto alimentario. Además, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria tiene este compuesto en continua evaluación.
• Parabenos. Sirven para preservar y mantener las cualidades de productos, principalmente cosméticos. Algunos tipos se encuentran prohibidos (como es el caso del isopropilparabeno y el isobutilparabeno), y otros regulados, siempre y cuando su contenido no supere el 0.4% sobre el producto final si se trata de un solo parabeno, o del 0.8% para la mezcla de varios.
• Ftalatos. Son compuestos que se usan para conseguir que los productos plásticos resulten más maleables, y ocurre exactamente lo mismo que con los parabenos: hay algunos que están prohibidos y otros que se encuentran regulados.
Pueden formar parte de productos como juguetes, calzado, perfumes, productos de higiene personal, pinturas, adhesivos, embalajes para alimentos o incluso detergentes. Algunos ftalatos han sido clasificados como disruptores endocrinos y prohibidos en toda la UE, como es el caso del dibutilftalato (DBP) que se ha retirado y prohibido tras demostrarse su relación con diversas alteraciones de tiroides en hombres.
¿Cómo evitar la exposición a disruptores endocrinos? Nuestros consejos:
Puede resultar complicado evitar absolutamente todos los disruptores hormonales de tu vida diaria, pero todo comienza con pequeños gestos que consisten en cambiar unos productos por otros de forma progresiva. Aquí te dejamos nuestros consejos:
• Lee muy bien las etiquetas de lo que consumes: presta atención a lo que compras de forma muy particular en cosméticos, perfumes, alimentos y ambientadores. Todo lo que consumes por ingesta, inhalación o vía dérmica pasa directamente, en mayor o menor medida, a tu organismo . Por ejemplo, si entre los ingredientes está el compuesto sodium fluoride, ten en cuenta que se encuentra en estudio ante la posibilidad de que pueda afectar al sistema endocrino. Se suele utilizar para prevenir las caries y solemos encontrarlo en pastas dentífricas.
• Usa materiales inertes como el vidrio: evita el plástico en botellas de agua u otros envases. Reduce su consumo todo lo que puedas y si no tienes más remedio que consumir en plásticos, reutilízalos para otras actividades que no requieran su ingesta y después… ¡al contenedor amarillo!
• Vive más sostenible: busca plásticos reciclados con el símbolo del Triángulo de Möbius. Intenta que no tenga el número 7, ya que estos compuestos incluyen una mezcla de distintos tipos de plástico que son muy difíciles de reciclar. Además, evitando el uso de insecticidas en tu hogar y alrededores, reducirás en gran medida la probabilidad de exponerte a químicos sospechosos de ser disruptores hormonales. Materiales sintéticos: sí, pero sin disruptores hormonales
Es evidente que los disruptores hormonales pueden ser perjudiciales para nuestra salud, y por eso creemos que es necesario tomar consciencia sobre este problema para intentar minimizarlo. Aunque parezca casi imposible eliminar su uso por completo, ¡reducirlo es un buen comienzo!
Lo que sí consideramos importante es aclarar que NO todos los químicos son nocivos. De hecho, incluirlo en las formulaciones, permite avanzar de una manera más ética y animalista. Hay una larga lista de compuestos sintéticos que además de ser seguros y respetuosos con las vidas animales, mejoran las características de nuestras fragancias.
En Delisea contamos con ingredientes químicos o sintéticos para tener más posibilidades cuando creamos nuestros perfumes veganos, y también para aumentar su intensidad y durabilidad. Por supuesto, hemos estudiado minuciosamente cada ingrediente con el objetivo de evitar el uso de compuestos extremadamente preocupantes, incluidos los ingredientes que se sospecha que podrían ser disruptores.
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